octubre 02, 2010

XI. LA RESPONSABILIDAD


Quizás fue este valor el gran motivo que me llevó a escribir sobre axiología; el darme
cuenta que tenía que ayudar con mi experiencia y conocimientos a hacer un aporte para el presente y el futuro... y así ayudar a realizar el sueño de mucha gente que lucha por estos mismo ideales.
La responsabilidad de robarle muchas horas al tiempo, a las diversiones, para rescatar el
valor de los valores. El tremendo compromiso de haber tratado de ser coherente, de saber que los valores van todos unidos, de la mano, como una gran cadena, un gran muro que ayuda a construir las catedrales del espíritu y de la civilización...
La responsabilidad de no guardarme lo que con tanto sacrificio y dolor me había
enseñado la vida. De que, si escribíamos lo que sabíamos, podríamos ayudar a otros en el camino de la evolución.
Si tú tienes este libro, es porque también eres otro peregrino del cosmos en busca de la
luz de la evolución, es porque quieres responsablemente un futuro pleno para tus hijos, para los que amas, para los que están por nacer. Porque también te sientes comprometido con tus acciones y con tu ejemplo... ¡Únete a nuestra cruzada, encontrar el Santo Grial, la copa de la sabiduría, donde beberemos todos juntos!

¡Esta es la gran cruzada del amor real, diferente, donde todos buscamos el bien de los
demás, por ende el nuestro propio, y el progreso de nuestro planeta... ¡Adelante!

Definición:

La persona toma o acepta decisiones y asume el resultado de ellas, lo mismo de
sus actos no intencionados, buscando el bien común y procurando que otras
personas hagan lo mismo.

DISVALORES DE LA RESPONSABILIDAD

A) Hiper-responsabilidad. Meticulosidad excesiva.
Es el resultado de una hipervaloración del deber, ser, constituyéndose en una
autoexigencia sobrehumana, hacia sí mismo y los demás.
B) Irresponsabilidad. Negligencia.
No hacerse cargo ni de las conductas, ni de las decisiones, ni las consecuencias.

¿CUAN RESPONSABLE SOY?

1. ¿Me doy cuenta que ser responsable es:
a) Responder ante mí mismo (conciencia)?
b) Responder a la llamada del otro?
c) Responder a la sociedad?
d) Responder a Dios?
2. ¿Asumo, que de acuerdo a la pregunta anterior, tengo que "rendir cuentas" sobre mis actos?
3. ¿Soy capaz de comprender que ser responsable, significa, obedecer a mí mismo y a
los demás, en un sentido de compromiso y deber?
4. ¿Asumo que ser responsable, indica tomar decisiones y cumplirlas?
5. ¿He reflexionado profundamente, de que cada lazo que establezco con otro ser
humano implica una responsabilidad de parte mía y del otro?
6. Al aceptar una responsabilidad, ¿me comprometo no sólo a cumplirla, sino a hacerlo
lo mejor posible, para que así todos resulten beneficiados?
7. Si me comprometo a algo y no soy capaz de cumplirlo como hubiese querido, ¿pido
ayuda a terceros?
8. ¿Me adapto al hecho de estar inmerso en una sociedad, lo que implica aceptar
decisiones ajenas, haciéndome co-responsable de su ejecución? (siempre que
apunten al bien común).
9. Al aceptar la responsabilidad de cumplir decisiones ajenas, si éstas no tienen un buen
resultado, ¿tengo la honestidad como para no culpar al otro? ¿Asumo mi decisión?
10. Cuando mi responsabilidad la comparto con un grupo, ¿participo contribuyendo en
orden de la información, la decisión o la acción, asumiendo mi determinación en un
cien por ciento?
11. Si yo estoy a cargo de un grupo, ¿entrego los criterios más adecuados para que se
comprometan responsablemente?
12. Cuando el grupo que dirijo ha tomado una decisión, ¿soy capaz de no asumir la
responsabilidad total si algo les sale mal? (excepto en agrupaciones no deliberantes).
13. ¿Me doy cuenta de que un grupo va a ser responsable, sólo si previamente, cada
uno de sus miembros ha asumido su responsabilidad personal en su totalidad?
14. ¿Considero absolutamente necesario, prever las consecuencias de mis actos, para
así asumir la responsabilidad que tengo en ellos? (Con una disculpa no se borra la
consecuencia de un acto irresponsable).
15. Si tengo que tomar una decisión cualquiera con la cual voy a asumir
responsabilidades, pero no siento que soy un experto o no estoy seguro del tema,
¿acudo a las personas precisas que me pueden guiar?
16. ¿Reflexiono, analizo y evalúo los riesgos y beneficios de una decisión, reconociendo
que a veces se es más valiente y responsable, diciendo que "no", a esa nueva
experiencia? (Ej.: Infidelidad a la pareja).
17. ¿Reconozco, que para transmitir la virtud de la responsabilidad tengo que unirla a la
del verdadero respeto, donde debo exigir, sugerir a los demás que cumplan con su
deber?
18. ¿Me doy cuenta, que el exigir responsabilidad a los demás, estoy actuando
lealmente hacia ellos, procurándoles su propio bien?
19. ¿Cual es mi posición frente al equilibrio entre el amor, la responsabilidad y la
libertad?
20. ¿Reconozco que ya con el solo hecho de haber creado lazos, soy responsable de
ese ser y tengo que medir las consecuencias de mis actos?
21. ¿Me hago responsable de los sentimientos que provoco en los demás?
22. ¿Cuán responsable soy de mi palabra?
23. ¿Soy responsable de escoger entre la multiplicidad de estímulos que el mundo me
ofrece, aquello que me lleva a mi propio bien? (Buenos programas de TV.,
informática, videos, cine, libros, etc.).

EXAMINANDO LA HIPER-RESPONSABILIDAD Y METICULOSIDAD EXCESIVA

1. ¿Hago todo y más allá de lo que se me pide, aún a costa de mi salud síquica o física?
2. Si otros no cumplen, ¿me provoca tal grado de tensión que me hago responsable de
sus tareas y las hago por ellos?
3. ¿Reviso una y muchas veces las cosas por si se me ha olvidado algún detalle?
4. No consigo paz ni relajación mientras no termino todo lo que tenía que hacer.
5. Tengo muy poco tiempo para descansar, menos para el ocio "productivo"; mi vida está llena de deberes.
6. No me permito ni me perdono errores en todo lo que hago; si algo sale mal me siento
terriblemente culpable, ¿no me permito el derecho a equivocarme?
7. ¿Generalmente en mi trabajo, soy el primero en llegar y el último en irme?
8. ¿Soy muy sobre protector de la gente que me rodea...?

La persona excesivamente responsable ha perdido la relación entre sus deberes, que los
sabe muy bien, y sus derechos que los tiene muy desatendidos. Ha olvidado su punto de
equilibrio interior, haciéndose un esclavo (disvalor) de su hiper-responsabilidad.
A la base vemos una gran avaricia y falta de amor hacia sí mismo, su mirada está puesta
en sus compromisos y no hay tiempo para su creatividad, sus gustos, sus muchas otras
necesidades. Probablemente a través de ésto, busca el ser aceptado y amado por otros,
busca la aprobación externa; puede ser también porque siente que él, es el único capaz de hacer las cosas bien, no le da cabida ni entrada a nadie, impidiendo que los otros también puedan empezar a ser responsables; o puede ser que esté evadiendo establecer otro tipo de compromisos, especialmente los de su autorrealización, dejando de lado otras áreas de su vida con esta estricta meticulosidad.
Sus frases favoritas son: Yo debo o yo tengo que; no dice "yo quiero, yo elijo" y ellas son las causantes de muchas de sus frustraciones, enfermedades psicológicas, stress, etc.

¡Stop! hiper-responsable: estás matándote a ti mismo, perdiendo un tiempo incalculable
para tu desarrollo integral como persona, lo que te llevará a una madurez plena...
Empieza desde hoy a elegir y a decidir, y procura hacerte la vida lo más feliz que puedas, no en un sentido hedonista (placer-gozo total), o sin medir las consecuencias de tus actos, sino en el exquisito punto medio del "¡Ni tanto, ni tan poco!"

Vas a permitir con esto, que muchos otros tengan la posibilidad de asumir y crecer,
hacerse cargo de sus actos, ¡y tú, vas a botar de tus hombros, muchas cruces que no te
corresponden!

TOMANDO CONCIENCIA DE MI IRRESPONSABILIDAD

1. He notado en mí una gran tendencia a recurrir a excusas para justificar el no cumplimiento de algo que me he propuesto, o que me han pedido.
2. No me gustan los riesgos:

a) No me comprometo con algo, hasta que no tengo un buen porcentaje de
posibilidades de que va a resultar.
b) Adhiero cuando ya se ha realizado la mayor parte del trabajo principal.
c) Me sumo a algo cuando no veo ningún peligro de fracaso.

3. No me gusta planificar las cosas importantes con tiempo.
4. No acepto sacrificios para obtener lo que quiero.
5. Suelo abandonar proyectos, por el tiempo o las dificultades que suponen.
6. Los inconvenientes y riesgos me atemorizan y no me dejan actuar.
7. Me encanta seleccionar actividades fáciles de cumplir o hacer.
8. Me cuesta mucho decir no a una tentación. (consumismo, alcohol, sexo, etc.).
9. Me es más fácil conseguir metas o logros, cuando las otras personas me empujan.
10. Prefiero trabajar con gente más amiga, aunque no sean tan capaces; los amigos
perdonan todo.
11. Me encanta la improvisación.
12. Las obligaciones se amontonan alrededor mío, me siento agobiado y no sé por
donde empezar.
13. Muy a menudo siento que confundo u olvido fechas importantes.
14. En general actúo sin pensar mucho, y más aún, no preveo las consecuencias de mis
elecciones.
15. Me cargan los desafíos o innovaciones en las cosas que hago, me quedo con la
rutina.
16. Asumo compromisos, sin tener la seguridad previa de poderlos cumplir. (Afectivos,
económicos, etc.).
17. No acepto rendir cuentas a nadie, mucho menos de mis errores o faltas.
18. En general me gusta que otros decidan por mí.
19. Cuando asumo un compromiso, trato de hacerlo en el mínimo de tiempo y con el
menor esfuerzo posible.
20. No entiendo, y a veces hasta me molesta la gente previsora.
21. Frente a situaciones desconocidas, prefiero equivocarme a informarme de antemano
con algún experto. (¿Y las consecuencias?)
22. Hace mucho tiempo que no hago una revisión profunda sobre el estado de mi salud
física y psíquica.
23. No acepto hacerme responsable de cosas o hechos que yo no he elegido
(imprevistos: un choque), o de lo que he hecho sin querer (omisiones).
24. Sé que el planeta tierra está muriendo, pero no está en mis manos resolverlo
(Ecología).
El virus de la irresponsabilidad se nos hace presente a cada minuto en nuestra vida. Las
irresponsabilidades ante nosotros mismos, hacia mis relaciones interpersonales, a mis padres, a mis hijos, a mi pareja, a mis amigos, a aquellos que comparten mis horas de trabajo, a la sociedad, al planeta, a Dios, ese ser que nos creó por amor y que puso dentro de nosotros su espíritu animante con un solo fin, nuestro bien y el de los demás.
El resultado de nuestra irresponsabilidad es: no ser felices, no transmutar lo negativo en
positivo, vivir la vida como una tragedia y no como un maravilloso misterio, perder minutos, horas y años preciosos de nuestro tiempo destruyendo en lugar de construir, permitiéndonos estados emocionales negativos profundos y dolorosos, vertiendo nuestro siento y hago en forma desmedida, jugando a buscar evasiones, burbujitas de ilusión en lugar de sumergimos en proyectos reales concretos...

Evasivos hasta las últimas consecuencias, a comprometernos, asumir y realizar...
Viviendo la vida con el "piloto automático" puesto, sin detenernos a pensar, a razonar, a
comparar y a actuar en conciencia.
Decíamos que es un virus que ataca mortalmente el cuerpo, la psiquis y el alma; es la
enfermedad más común de nuestros tiempos.
Tenemos el deber de descubrir una vacuna que pare y detenga esta dolorosa infección
del planeta. Esta vacuna es la necesidad llevada a través del amor, a practicar en forma
conciente y despierta, todos los valores que estamos redescubriendo a partir de
civilizaciones muy antiguas, para ustedes.

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