octubre 02, 2010

V. COMPRENSION O EMPATIA


Definición:


Es la capacidad de ponerse en el marco de referencia del otro, sin perder el suyo

propio, buscando un bien conjunto.

EL MARCO DE REFERENCIA

Es aquello que hace que una persona sea como es, los puntos de apoyo que tengo para

informarme sobre ella. Siempre, cuando hay otro ser humano al frente tuyo es importante

recordar su...

Edad

Sexo

Cultura

Educación

Instrucción

Personalidad (Heredada + Adquirida)

Estructura Familiar (Familia grande o pequeña)

Experiencia de vida

Raza

Religión

Ideas Políticas

Sus costumbres, valores, normas

Sensibilidad: Hiper, media, hipo.

Inteligencia

Percepción

Profesión o Actividades

Estatus social y económico

Contextura física

Salud (Física, Mental y Social)

Hobbies y gustos

Necesidades diferentes.

¡La lista es interminable...!

La lista te lleva a la reflexión de que ese ser, corno tú, es único, irrepetible y diferente,

como lo es cada ser humano en este planeta.

De tal manera que practicar el valor de la comprensión se nos hace difícil, tenemos que

estar muy abiertos a mirar todas las sutiles diferencias, distinguiéndolas de las obvias.

Ponerse en el lugar del otro, tratar de tener su óptica y vivencias, es una tarea titánica, si

no observamos su "marco de referencia."
Comprender, está muy unido a respetar y a amar. Pareciera que continuamente estamos


esperando que al menos los demás, por pertenecer al género humano, sean parecidos a

nosotros y vivimos chocando con la dura realidad que esto no es así.

Hay algo en que sí, todos somos iguales, todos somos hermanos, porque nuestro Padre

Divino es el mismo y esto, hay que recordarlo y valorarlo, al posar nuestra mirada en el otro,

al establecer una relación, al amar, al trabajar, al educar.

DISVALORES DE LA COMPRENSIÓN:

A) Incomprensión (antipatía)

B) Comprensión desmedida (simpatía no objetiva).

¿SOY REALMENTE COMPRENSIVO?

1. ¿Me motiva profundamente el deseo de ayudar y entender a los demás?

2. ¿Cuántas veces poso mi mirada en el otro y me sensibilizo frente a su comunicación

verbal y no verbal (gestos, actitudes, caras, tono de voz)?

3. ¿Puedo percibir que cada ser que me rodea, tiene características diferentes, que yo

tengo que aprender a distinguirlas y a contactarme con ellas?

4. ¿Poseo la certeza de que aunque a mí nunca me haya sucedido lo que me están

contando, puedo comprender partiendo de mi capacidad de amar, de mi experiencia y

del conocimiento de situaciones similares, porque soy capaz de acoger al otro en toda

su extensión?

5. Al estar comprendiendo algo, ¿soy capaz de distinguir los sentimientos del otro de los

míos propios, para poder llegar a una posición objetiva?

6. ¿He desarrollado mi capacidad de observación de los hechos de la vida, encontrando

verdades? ¿Estoy contactado con el mundo que me rodea?

7. Al comunicarme con el otro, ¿soy capaz de estar con todos mis sentidos puestos en

él, llegando a olvidarme de mi mismo?

8. ¿Puedo aceptar que frente a un mismo hecho, las personas reaccionan en forma

diferente? (Marco de Referencia).

9. ¿Soy capaz de percibir que a veces lo que las personas hacen o dicen, no es reflejo

de su intimidad y que tengo que desarrollar la capacidad de penetrar respetuosamente

en su esencia "si me lo pide" o "permite"?

10. ¿Me doy cuenta que a veces el problema del otro obedece a múltiples causas y no a

una única y verdadera como lo creemos?

11. ¿Entiendo que, normalmente lo que el otro espera de mí, es que me preocupe de él y

que a la vez respete su intimidad?

12. ¿Acepto que la comprensión es limitada, que a veces estoy con alguien que ni siquiera

se comprende a sí mismo?, luego: ¿cómo voy a comprenderlo en toda su extensión?

13. Frente a los sentimientos o comportamientos del otro, he tomado en cuenta los

siguientes factores:

a) ¿Puede ser algo que haya hecho anteriormente?

b) ¿Puede ser algo que ha dejado de hacer?

c) ¿Algo que otra persona le ha hecho?


d) ¿Algo que el otro no ha hecho?

e) ¿Algo que pensó, vio, sintió o escuchó?

14. ¿Asumo que comprender no es lo mismo que compartir? Puedo y tengo que

comprender al otro en su humanidad toda, pero eso no implica por ejemplo:

abandonar mis valores, sino más bien ayudarle a encontrarlos.

15. ¿Tengo claro que para comprender a otros, tengo primero que comprenderme,

conocer mis debilidades, perdonarme, levantarme, amarme?

Te queremos proponer una segunda reflexión acerca de este tema de la Comprensión. En

las relaciones humanas, donde más se hacer notar este valor, es en la comunicación. Esa

instancia de los seres humanos, donde tenemos la oportunidad de expresarnos, entendernos,

transar, ser retroalimentados...

Pero paciencia, pareciera que cada día se nos dificulta más este proceso. Decimos algo,

nos entienden lo contrario o no nos escuchan, o hacen las cosas exactamente al revés de lo

que pedimos.

Pareciera tan fácil: yo envío un mensaje, el otro lo decodifica y me retroalimenta. ¿Qué

pasa entonces?, nos preguntamos...

La respuesta es que la comunicación de hoy, está llena de disvalores, está pervertida,

viciada, es una comunicación light, superflua, sin intereses reales del otro por mí, o

viceversa.

Hay barreras, vicios o antivalores que obstaculizan este proceso, y creemos de suma

importancia que los revisemos profundamente. Es muy valioso para nosotros que no dejes de

recordar que estas barreras las puedes poner en tu diálogo interior contigo mismo, te las

pueden poner otros a ti, o tú se las puedes poner a otros y, mira que paradoja, sin darnos

cuenta, siempre que lo hacemos es con nuestra mejor intención y estamos haciendo daño a

nivel valórico...

Basándonos en la descripción de Thomas Gordon* veremos:

¿QUE DISVALORES TIENE MI COMUNICACION?

Cuando el otro me plantea un problema:

1. a) Lo interpreto (según mi marco de referencia)

b) Lo diagnostico (soy un seudo-psiquiatra)

c) Hago conjeturas (invento hipótesis sin tener en cuenta los sentimientos del otro)

¿No sería mejor analizarlo juntos?

2. a) Lo tranquilizo, (lo anestesio con frases cliché: "Después de la noche sale el sol").

b) Lo minimizo, (le dejo su problema convertido en nada, aún más, me atrevo a decirle:

"eso no es un problema").

c) Lo compadezco ("Pobrecito, ¿porqué te pasarán estas cosas a ti?") ¿Cómo te sientes

tú cuando te achican tus problemas?

¿No sería mejor decirle: Te comprendo?, ¿qué solución podemos buscar?

3. a) Lo indago, (voy más allá de lo que me quiere contar). ¿Cómo, cuando, dónde?... Son


las preguntas que me sirven a mí para "ubicarme", pero que no ayudan, al revés

generalmente me quedo en lo superficial y no voy al fondo del problema.

b) Lo sondeo (trato de extraerle su interioridad a la fuerza, pero de manera sutil y

soslayada...). ¿Cuántas veces a ti te pasó, que te quedaste con la sensación que

habías hablado más de la cuenta, y te dio rabia con esa persona?

c) Lo interrogo, (parezco un periodista haciendo una entrevista).

d) Lo examino, ¿no te parece que basta con nuestra propia conciencia para que tu seas

la conciencia de otros?

¿No sería mejor decirle: cuéntame. Así le doy la oportunidad al otro para que me

diga lo que él quiera, cuando él quiera y como quiera?

4. a) Me pongo moralista. Es decir, le digo lo que debe o tiene que hacer, le impongo mi

jerarquización de los valores. Al imponer, ya le estoy faltando el respeto...

¡Ojo! "Deber" y "Tener", son frases que originan muchos problemas sicosomáticos, es

mejor decir quiero, ahí soy libre, no me impongo.

b) Le predico. Lo bueno que soy yo, lo válidas que son mis acciones y lo poco asertivo

que es él, con esto le provoco sentimientos de inseguridad.

c) Le imploro. Se lo pido por amor a Dios, a mí o a su familia. Le ruego que cambie.

¿No sería mejor enseñar los valores con mi ejemplo, no imponiéndolos?

¿Soy el dueño de la verdad? ¿Con qué derecho provoco culpas o terquedad

en los demás?

5. a) Lo amenazo: si no haces esto, te pasará esto otro. O sea le muestro los castigos a su

conducta negativa.

b) Lo advierto; esta es una amenaza más sutil, más soterrada. Es una posición muy

manipuladora. Tú verás, yo te lo advertí.

¿Es justo que el otro sienta que no respeto sus necesidades? Ej.: si no dejas de hacer

esto, yo voy a...

Estas barreras provocan contraataque, en general inducen a probar si es verdad que se

van a cumplir las amenazas que estoy haciendo... Inducen a sentimientos de

venganza. Y quizás, la consecuencia peor es que se transforma la relación en una

compra-venta. Yo te doy si tu me das.

¿No sería mejor, mostrar las consecuencias del problema con amor,

flexibilidad, optimismo y fe en el otro?

6. a) Lo juzgo...

Comprender es un acto de recoger información, no de emitir un dictamen. ¿Te sientes

capaz de erigirte en Juez de la verdad?

b) Lo critico.

Criticar es siempre muy destructivo para el otro, y ¡Cuidado!, la crítica constructiva no

existe, sí, es posible el "disentir" y ofrecer una alternativa mejor, sino, dejas al otro

desestructurado sicológicamente al criticarlo y no ofrecerle nada a cambio.

c) Lo culpo.

Es decir lo hago absolutamente responsable de lo que le está sucediendo, sin ver la otra

cara de la moneda, con esto lo aburro y lo sobrecargo.
¿Qué tal si fueras como las abejas que sacan miel hasta de las plantas que


son venenosas?

7. a) Lo adulas...

Eres poco objetivo y sobrevaloras las conductas de esa persona.

b) Lo alabas...

Para ti, todo lo que viene de él, es bueno y correcto...

c) Concuerdas en un 100% con su posición o decisión; hecha carbón al fuego. ¿Cómo te

sientes tú frente a estas respuestas? ¿No te provocan una tremenda desconfianza?

Ya que en el fondo sabes para contigo mismo que no eres tan perfecto como el otro te

ve, o dice verte. Más aún, puedes llegar a preguntarte: ¿Qué querrá de mí ahora?

¿Qué me va a pedir? También te puede suceder que te hagas "adicto a los elogios".

¿Cómo lograrás satisfacer esta adicción con la mayoría de las personas que son

objetivas? O, ¿cómo vas a evitar la frustración de que no siempre te estén

aplaudiendo?

¡Cuidado!, si usas esta barrera puede volverse en contra tuya porque también podrán

pensar: "así como hoy me elogias, mañana me criticarás duramente, ya que no eres

objetivo.

¿No sería mejor decir lo que me parece bueno porque hay que decirlo y es

necesario para los demás, sin caer en extremos?

8. Lo aconsejas o le das soluciones.

Aunque no lo creas, los consejos no sirven; un consejo es producto de tu marco de

referencia, un resultado de tu experiencia, luego al otro le puede quedar chico o

grande. Si tu consejo es bueno, tornarás al otro en un ser dependiente, en una

extensión de ti mismo, no lo dejarás nunca crecer.

Si tu consejo es malo, si le va mal, vas a ser tú el culpable de su fracaso, ya que él no

decidió por cuenta propia, ni se hizo responsable de sus actos...

¿No es mejor darle al otro una serie de alternativas o sugerencias, más las que

él agregue, producto de la misma conversación, y que, aunque requiera un

mayor uso de tu tiempo, el otro decida o elija de acuerdo a su manera de ser, y

en el tiempo que él lo requiera? ¡No lo presiones, por favor!

9. Lo ridiculizas, lo avergüenzas o eres irónico frente a su problema...

Este es un disvalor muy fuerte y duro para el otro. Generalmente, después de suceder

una situación así, el otro no querrá verte nunca más, especialmente si lo has hecho en

público. Es importante que no olvides que frente a esta agresión, va a devolverte el

golpe de alguna manera. Capítulo aparte merece la Ironía. Es el estilete de los más

inteligentes o agudos, aciertan en su blanco donde más duele, agreden nuestro talón

de Aquiles.

¿No es preferible comunicarse con dulzura...?

Dentro de esta barrera, también están contenidos los garabatos. Como hablamos, es

como está nuestra alma. El garabato es el disvalor de la pureza y belleza del lenguaje;

muestra lo que está más lejano a nuestra Divina alma, asemejándose a lo bestial

o satánico, ningún garabato es bello o armónico, aluden siempre a lo más vulgar.

Además son armas de doble filo, dicho en chistes, en broma, puede que los

aceptemos, pero la misma palabra, impregnada de rabia, ira, descontrol, es un arma

destructiva y atomizante para el que la recibe. ¡Habiendo tantas palabras hermosas!
¿para qué tratar al otro con las más degradantes que encuentras en tu lenguaje?


¿Qué pasa entonces con tu alma?

Pareciera que habría que tomar una escobita y limpiar mucha suciedad.

10. Distraerlo, hacer bromas, entretenerlo. Cortarle su conversación y ponerse de

ejemplo.

¿Qué sientes tú, si tienes una grave dificultad y el otro trata de que lo olvides?

¡La dificultad sigue igual por dentro...! Has sentido que no te han tomado en cuenta. Es

una actitud superficial. ¡Olvidemos lo que te pasa!

¿Se puede olvidar si recién ha muerto un ser querido para ti, o si has quedado sin

trabajo? ¿Si están operando a alguien que quieres?, ¿te pueden entretener?...

O, ¿qué te sucede cuando el otro te corta tu tema, para contarte que el problema de

él ¡por cierto! Es diez veces más grande? Sientes que ahí no tienes "nada que

hacer". ¿Qué pasaría si nos dejaran hablar y hablar de nuestra pena? (sacarla hasta

que nos agotemos). ¿Si no fuera yo el objeto de la risa de los demás? Es bueno

hacer bromas, pero no a costa de los demás.

REGLA: Primero escuchar y después, si es necesario distraer...

11. Convencer a través de la Lógica.

Es cierto que la llave de la inteligencia que contiene la lógica, es importante para ayudar

a otro, pero no lo es todo. Querer ayudar al otro a través de estadísticas, (el 90%

fracasa en el amor...) a través de tu experiencia (que es sólo tu marco de referencia),

de tus títulos, de tu edad, va contra todo lo que es la Comprensión Empática.

Además provoca en el otro, sentimientos de inferioridad, subordinación; se siente

inadecuado. En general el ser humano, quiere experimentar en sí mismo.

¿Por qué no le das tiempo y esperas que él te pida ayuda? O le abres la

puerta a la comunicación diciéndole, ¿quieres conversar tu problema

conmigo, cuándo, cómo y dónde tú quieras? ¡Siempre me encontrarás!...

¡Qué bien nos sentimos cuando nos abren puertas! con respeto, pudor y

delicadeza.

12. Lo mando, lo dirijo, le impongo...

Nos atrevemos a decir que este es el peor disvalor de la comunicación, porque le

mando, dirijo e impongo lo que debe pensar-sentir-hacer, o sea, avasallo su metro

cuadrado. ¡Esto nos parece de la gravedad misma! porque atenta contra la libertad del

otro; distinto es mandar a un subalterno, que está a tu cargo y tiene que cumplir un rol o

trabajo. ¿No es mejor sugerir?

13. Eres muy generalizador, todos-siempre-nunca-nadie. Atenta contra la lógica; las

relaciones humanas nunca son en términos absolutos, (¡tú nunca me llamas!, eso no es

verdad...) Este tipo de lenguaje puede distorsionar mucho tu comunicación y hace que

el otro decodifique de manera muy errónea tu mensaje.

¿No es mejor decir, a veces 􀂱casi siempre􀂱 en general, etc.?

Respecto a estos disvalores de la comunicación queremos precisarte algunas cosas:

a) La mayoría generan en el otro, más fuertes o más débiles, más tarde o más

temprano, sentimientos muy negativos: rabia, miedo, etc., y cortan la

comunicación.

b) Todos contienen muchos disvalores en sí...
 
Una sola barrera, como Juzgar por ejemplo, atenta contra la justicia, la comprensión, el


respeto, la prudencia, etc.

c) Todos contribuyen a destruir la herramienta más valiosa que poseemos los seres

humanos para construir un mundo mejor. Se nos dio la capacidad de hablar, de

comunicamos, de preguntamos, de contarnos, de transar en pro de mi bien y el del

otro. La telepatía es un don que poseen algunas personas, y en ciertos momentos,

pero, "no es controlable..." Nos queda entonces, el verbalizar; si esperamos

adivinar al otro, o que el otro nos lea la mente, ¡nos vamos a morir esperando...!

Así es que con todos los valores que poseemos, tenemos que aprender a envasar

nuestras ideas, para transmitirlas al otro lo más veraz, atractiva y delicadamente

siempre, en un punto medio de equilibrio: ¡NI TANTO, NI TAN POCO!

Nuestras relaciones humanas tendrían que tener como sustento una excelente

comunicación, iluminada siempre por el fin de querer mi bien y el de los demás.

Te invitamos a que revises muy a fondo tu manera de entregar y recibir información de los

demás.

¿Cómo están tus tres llaves respecto a esto?

Tu comunicación ¿está guiada por una coherencia profunda entre lo que Piensas, Sientes

y Haces?

¿Cuáles son las barreras que más utilizas?

¿Cuales son las que más te dañan de los demás?

Conocer estos vicios te va a permitir también a no "engancharte" con lo que te dicen, vas a

aprender a filtrar, con tus valores lo que recibes. Te va a hacer bajar las expectativas respecto

a lo que tanto esperas de los demás: a través de sus barreras Ios vas a conocer. Es

probable que también te sirvan para saber a quién tienes al frente y ayudarlo en el mejor de

los casos, o defenderte valóricamente. Y por cierto, con tu ejemplo de comunicación limpia y

transparente, vas a ir permitiendo que otros vayan aprendiendo de ti. El conocer tus propias

auto barreras te permitirá ser más empático y comprensivo contigo mismo, vas a aprender a

hablarte con más amor.

¿No quieres un futuro mejor? Creemos que a partir de hoy, tu presente va a ser mucho

más tranquilo y productivo a nivel espiritual.

DISVALORES DE LA COMPRENSION

A) Incomprensión.

B) Excesiva comprensión

Nos parece que estos dos disvalores están tratados subliminalmente, en los cuestionarios

sobre la Comprensión y los Disvalores de la comunicación. Al reflexionar en ellos, puedes

deducir fácilmente el perfil de una persona incomprensiva, o de una excesivamente

comprensiva.

Al practicar la Empatía, vas a ser capaz de ser una persona objetiva, es decir, vas a tener

la capacidad de ver lo bueno y lo malo del otro. No te vas a abanderizar afectivamente, vas a

poder ayudar efectiva y realmente a los demás; con tu actitud ponderada, flexible y respetuosa, vas a poder guiar, enseñar, educar con una mirada humana, amorosa y

renovada.

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