octubre 02, 2010

LOS DISVALORES

LOS DISVALORES

Aristóteles decía que: "la virtud (o valor), es un punto medio de equilibrio entre 2
extremos".
Ejemplo:
OMNIPOTENCIA FORTALEZA D E B ILIDAD
( e xceso) ( punto medio) (ausencia)
Un polo es siempre la ausencia del valor, la negación del mismo pero, el otro polo y el
menos conocido, es la exageración de este valor.
Ejemplo: La Puntualidad es un valor. Su exceso se torna angustiante para el que lo
posee, y una carga para los que lo rodean.
En este libro nos vamos a dedicar, en extenso, a los valores o virtudes morales, que para
nosotros son la guía que siempre se necesita. Dentro de la cultura general el hombre se ve
enfrentado a otros valores tales como: RELIGIOSOS, ETICOS, ESTETICOS, etc.
Estos valores van a ser revisados tangencialmente, y haremos mención a ellos, pero
nuestra tarea estará principalmente dedicada a los valores morales, que sentimos, creemos y
afirmamos, son la base de una estructura interior sólida para el ser humano y por ende para
la familia y la sociedad.

CONDICIONES PREVIAS

Para que el hombre encarne y realice los valores, se requieren como prerequisitos:
LA LIBERTAD
Es la capacidad de elegir. El ser humano es libre, por su naturaleza y estructura. Nos fue
dado el libre albedrío. Siempre, desde que despertamos hay varias opciones, elegir un buen
día, un mal día o, un día mediocre sin sabor a nada.
A veces lo imaginamos como si al despertar en la mañana, hubiera un ramo de rosas
blancas, o un cactus lleno de espinas. Eres tú quien elige con cual de los dos te quedas. La
opción depende de ti, nadie te la obliga o impone...
Siempre nos impactó el caso del poeta Valladares*, quien vivió en una mazmorra 20 años,
sin luz, papel, y que inventaba sus poemas, los repetía y memorizaba, y así salvó su alma, y
no se volvió loco...
Nos dirás, ¡es una excepción, un genio! No, era un ser humano como tú, y en
condiciones bastante más degradantes y subhumanas que la tuya. ¿Pero que tenía él? Tenía
sus tres llaves muy desarrolladas...
LAS TRES LLAVES
Para abrir la puerta de la sabiduría y la felicidad, que todos buscamos, se necesitan 3
llaves:
1ª Llave:Pensar
Somos racionales, tenemos inteligencia para conocer, comprender y adaptarnos, además
de muchas otras funciones de la mente, como imaginación, memoria, creatividad, evaluar,
discriminar, valorar, etc.
2ª Llave: Sentir
Todas nuestras emociones, y sentimientos, (son más de sesenta) como la capacidad de
amar, asombrarse, extasiamos, aburrirnos, etc.
3ª Llave: Actuar
Es decir, llevar a cabo lo que pienso y siento. Es ejecutar, realizar el poder de nuestra
voluntad.
Ahora, te vamos a llevar a imaginar situaciones en que no se usan las tres llaves.
a) ¿Qué pasa si Siento y Hago pero no Pienso?
Hay mucha gente que tú conoces, que es así, y a lo mejor muchas veces tú también lo
eres...
* Poeta cubano contemporáneo

Son personas de acción y reacción, como los chanchitos de tierra, que cuando los tocas
se recogen y se hacen ovillito instantáneamente.
Son los que se tiran a la piscina seca, porque no vieron si tenía agua. Son los viscerales,
tienen rabia y pegan.
Los valores radican en la inteligencia; son hábitos operativos adquiridos, aprendidos. Si
no usamos la inteligencia, somos más bestias que cualquier animal, ya que ellos poseen el
instinto de su especie, no necesitan aprender como nosotros; nacen sabiendo lo que les
conviene y lo que no. Nosotros tenemos impulsos, no instintos, podemos gobernarlos con
nuestra inteligencia y voluntad.
¿Cuántas veces compraste un libro que nunca leíste? Si abres tu closet, ¡cuántas
prendas cuelgan, porque no te resististe al impulso de comprarlas!, pero que después viste
que no te combinaban con nada o simplemente ya no te gustaron cuando llegaste a tu casa.
¡DEJASTE GUARDADA TU LLAVE DE LA INTELIGENCIA!
b) ¿Qué pasa si se te olvida usar la llave de la Voluntad?
Sabes que no has organizado tu vida, te sientes descontento con eso, pero, no haces
nada, y vives lamentándote. Nada te resulta...
¡Ni ordenarte, ni guardar un secreto, ni seguir una dieta, ni escribir el libro que te
propusiste, o terminar la carta que quedó a medias...!
Perteneces a la orden de los constructores de castillos en el aire, de los abúlicos, los
flojos, los soñadores, los utópicos (perdónanos que seamos tan duros y francos), pero ¡esa
es la cruda realidad!
Estás mintiéndote constantemente a ti mismo, y eso hace que tu auto-estima baje y baje
hasta sentirte más pequeño que un gusano.
Si otra persona lo hace contigo, promete y no cumple, pierdes la confianza en ella, la
sientes débil y frágil...


¡SE QUEDÓ GUARDADA LA LLAVE DE LA VOLUNTAD!

c) Te parece raro que se pueda no usar la llave de los sentimientos, pero,
desgraciadamente así es. Ahí podemos descubrir a los duros de corazón, a los
atropelladores, a los arribistas a costa de los demás, a los insensibles, prepotentes, que no
tienen idea ni imaginación de lo que es ponerse en el lugar del otro o de los demás, crueles,
mines y egocéntricos. No les importa el daño que imparten, un secuestrador, un asesino, un
verdugo, un narciso, (que sólo se mira a sí mismo), un psicosomático (que no es capaz de
conectarse con sus emociones, no las vive, y las dirige en contra de su propio cuerpo), un
dictador, un explotador, un psicópata social...
¿Te horroriza? Es algo que vemos a cada rato, y que también nos pasa a nosotros
mismos.
¡NO USA LA LLAVE DEL SENTIR!
Te darás cuenta ahora, que para abrir la puerta hay que usar las tres llaves
simultáneamente, si se te olvida una, nunca podrás cruzar el umbral a la felicidad que tanto
anhelas.
Personalmente no conocemos a nadie que nos haya dicho que quiere ser infeliz, que
quiere fracasar.
Pero, ojo, nuestras tres llaves tienen que estar en una coherencia y armonía totales entre
ellas.
Debemos pensar, sentir y actuar en la misma dirección. ¿Cuántas veces te has
encontrado pensando una cosa, sintiendo otra y haciendo otra? El resultado es que tu ser
está atomizado, y tu psiquis quebrada. Esto pasa cuando no somos libres en nuestra
interioridad.
Elegir implica un conocimiento profundo de mi pensar, sentir y hacer. Si no, me convierto en
un esclavo de mí mismo, y eso, es grave.
¿Quieres saber cómo se hace? ¡No seas impaciente! Ya veremos valor por valor.
Ahora queremos que reflexiones en esto. ¿Soy coherente con mi pensar, sentir y actuar?
¿Soy libre o esclavo de mí mismo? ¿Qué llave es la que tengo más guardada?

LA SATISFACCION MEDIANA DE MIS NECESIDADES

Es otra condición previa para el aprendizaje y ejercicio de los valores.
Pero reflexionemos, estamos usando solamente el punto medio, porque volvemos al
concepto aristotélico del equilibrio.
Necesitas techo, no un castillo ni un puente donde guarecerte. Necesitas amigos, pero no
una vida social agotadora, ni una relación simbiótica. Necesitas trascendencia, pero también
estar inserto en el planeta tierra.
Generalmente si todo está sumamente satisfecho, en demasía, como sucedió con las
grandes civilizaciones: Grecia, Roma, Atlántida, etc., se cae inmediatamente en el juego de
los disvalores, se cae en los excesos y se pierde el equilibrio.
Acuérdate de esta Regla de Oro: NI TANTO NI TAN POCO
Otro pre-requisito para la práctica de los valores es...
EL DESENGANCHE
¿Qué nos responderías, si te abriéramos una caja de exquisitos chocolates, u otra cosa
que te guste mucho, y te ofreciéramos tomar uno, pero ¡están envenenados!
Estamos viendo tu cara de sorpresa, y tu reacción inmediata, un NO rotundo. Si te
preguntáramos por qué, probablemente encontrarías ridícula nuestra pregunta, y tu
respuesta sería: es obvio, no quiero morirme. Si, es evidente, pero no es real. ¿Te has
preguntado cuántas veces al día abres la boca y te comes un chocolate envenenado?
¡Muchas veces!
Cuando te enojas porque la ducha está helada, o los semáforos están descompuestos.

Cuando te critican, te mandan, te achican tus problemas. Cuando no te escuchan ni
comprenden.
Cuando no te resultan tus planes.
Cuando te dominan, ordenándote lo que debes pensar, sentir y hacer (3 llaves).
El llamado que esperas, y el teléfono que no suena. Cuando te ridiculizan, te insultan, te
humillan.
Muchas veces en el día, ¿no?
Y cada chocolatito que entra en ti, hace que te enganches, vacíes tu adrenalina y te
quedes exhausto, sin fuerzas.
Imagínate la energía como una manguera con agua, si no tiene perforaciones, sale un
chorro de (agua) energía, pero, cada enganche tuyo, es una perforación en tu manguera. Y al
final, si es que sale algo, es una gotita.
¿Qué vigor vas a tener entonces para ponerte a practicar los valores?
Te proponemos una técnica. Imagínate que estás rodeado por un cordón de plata (o un
rayo láser violeta, si eres más futurista) de un metro cuadrado y que los estímulos negativos
llegan sólo hasta ahí, chocan y se devuelven especialmente a quién los mandó. Prepárate como
un arquero: a tu valla no entra nada, tú atajas todos los goles. ¿Cuáles son los resultados? No
gastas tu energía en nada negativo, al revés, guardas y tienes de sobra para ayudar, amar y
cuidar.
En el caso contrario eres un ser agotado, estresado, irritable, rabioso, deprimido:
subiéndose siempre al ring con los demás, "la vida no es un juego de box..."
Para eso es necesario y urgente que construyas tu casita interior, tu metro cuadrado,
TUYO y de Dios.
¿Te acuerdas del cuento de los tres chanchitos? El primero, hizo una casita de paja, el
lobo le prendió fuego y se le quemó. Corrió a la casa de su otro hermano, que la había
construido de barro, el lobo la remeció y la botó, los dos chanchitos corrieron a la casa del
tercer hermano, que con paciencia, trabajo y perseverancia había construido una casita de
concreto. Ahí el lobo no pudo hacer nada.
¿Cómo es tu casa interior? ¿La tienes?, o es un sitio eriazo donde el que quiere entra,
sale, deja basura... ¿Eres un vertedero?
¡Los valores son los ladrillos para construir tu metro cuadrado! Y promete hoy, ya que
eres libre. ¿Qué metro cuadrado quieres construir?
¿Una media agua?
¿Una casa de población?
¿Un hotel?
¿Un departamento piloto?
¿Un castillo?
Tu libertad te permite elegir lo que más te guste. Depende de ti.

VER MAS EN:
VALORES HUMANOS EL LIBRO

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