octubre 02, 2010

LA EXPECTATIVA DESTRUCTIVA

Es otra manera común que tienes para perder tus energías y por cierto, tu equilibrio y
armonía interior.
Imagínate que esperas que una persona te dé algo que tu necesitas, como por ejemplo,
su amistad, su apoyo, una visita, un llamado telefónico. Tu necesidad es del 80% y ella te da
sólo el 20%. ¿Qué te sucede entre ese 80% y el 20%? ¡Un 60% de frustración, rabia, pena y
desilusión! es decir, te has invadido por una suma de emociones o sentimientos negativos,
pierdes fuerzas, te debilitas, te enfermas.
Más aún, ¿qué te sucede con el 20% que te dio? Te molesta, lo encuentras poco, que es
un egoísta, un avaro, un despreocupado, etc., es decir, no lo valoras.
¿Qué pasaría si bajas tu nivel de expectativas a cero?
Si la misma persona te da el mismo 20%, y tu no esperabas nada, lo valoras, lo
agradeces, te parece un regalo. Te hace feliz. ¿Donde radica la diferencia entonces? En
aprender a NO esperar, sino, a disfrutar con lo que llega.
Recuerda:
Nadie te va a dar lo que no quiere dar.
Nadie te va a dar lo que no puede dar.
Igual que tú. Si no quieres dar algo, aunque te apunten con una pistola no lo harás,
acuérdate que eres libre, y decides. Y hay veces en que no puedes darlo, porque no lo
posees. Por ejemplo, si te pido que me des toda tu creatividad matemática, pero tú eres
negado para esa ciencia ¿me lo podrías dar?
Tienes que discernir, tener claro y comprender que no nos dan, porque no quieren o no
pueden. O nos dan lo que tienen y pueden, pero en su nivel, no en el que yo creo que
poseen.
Recuerda que el otro es humano, imperfecto y limitado, igual que tú, entonces, ¡no hagas
árboles de Pascua fuera de temporada! Eso es, tomar una rama de pino y decorarla con
nuestras expectativas, y cuando éstas no se cumplen, tenemos que tomar todos los adornitos
y guardarlos en nuestras cajitas síquicas, con mucha rabia y desilusión, pero ilusión que tú
inventaste, que nadie te ofreció.
En ese momento, vuelves a perder toda tu energía interior, "la pusiste en una causa
perdida".
Sobrevalorar personas y situaciones, es también una instancia disvalórica, ya que no
comprendiste, no toleraste, no tuviste paciencia, etc., y peor aún, te dañaste gratuitamente.
Te estarás preguntando, ¿cómo hago para cambiarlo? ¡Hay una solución y te la vamos a
enseñar!
LA ANSIEDAD FRENA NUESTRAS REALIZACIONES...
Cuando estás esperando algo, estás ansioso. La ansiedad es: estar inquieto, alterado,
tenso, nervioso.
Ejemplos:
Que resulte ese negocio.
Que te vaya bien en esa prueba.
Quedar esperando un hijo.
Tener amigos.
Encontrar el amor.
Tener paz.
Que el otro cambie.
Que te visiten más personas porque estás enfermo.
La ansiedad produce en todo tu cuerpo una vibración eléctrica negativa, todo tu ser se
envuelve de esto y lo vas transmitiendo a los que te rodean, a la naturaleza y al cosmos
finalmente.
Y como el universo es curvo como dice Einstein, vuelve a ti, igual que un boomerang.
Y nosotros sabemos que ya lo has experimentado. ¡Con esa persona que se acerca a ti
ansiosa por obtener tu amistad! Sientes que esa actitud te molesta, porque es posesiva,
inquisitiva, te llama a cada rato, no puedes respirar, te convida incansablemente; te alejas
inevitablemente de ella porque te sientes agotado...
La ansiedad se nota y nos hace arrancar.
Y en un plano cósmico, tu ansiedad hace que se corte toda la fluidez de energía con el
cosmos y la ley natural. ¿Te parece raro?
¿Y qué nos puedes contestar de aquellas mujeres que lo único que quieren es tener un
hijo y no quedan embarazadas a pesar de que los médicos les insisten que son normales,
sanas y aptas para tenerlos? Cuando han perdido sus esperanzas, adoptan un hijo, y al corto
tiempo quedan esperando uno propio. ¿Qué pasó? Al bajar su nivel de expectativas, dejan
de preocuparse del tema, bajó la ansiedad, y se abrieron los canales. ¡Qué fuerza negativa
es la ansiedad! y ¡cómo impide que las cosas resulten!
¿Y qué tiene que ver esto con los valores? Mucho. Los valores son causa y efecto al
mismo tiempo, de nuestro equilibrio interior, están intrínsecamente ligados a nuestra evolución
y deseo de ser felices. Así es que...
¡BAJARA CERO LAS EXPECTATIVAS!
¡Créenos!, te va a llegar todo lo que deseas si es para tu propio bien.
Es importante para nosotros, concluir este tema de las expectativas, con un alcance
importante. Lo dicho anteriormente es en relación a los demás.
Con respecto a ti mismo puedes exigirte un 100% en tus potencialidades y talentos reales,
y eso es perfectamente posible. Si te bajas a cero contigo mismo, nunca conseguirás nada.
¿Te das cuenta que con estas herramientas que te estamos entregando, vas acumulando
una gran cantidad de energía y fuerza para el logro de tus objetivos?
Ahora nos preguntarás ¿y para qué tanta energía? ¿Acaso no pensabas cómo ser feliz,
tener paz, ser comprensivo y vivir tranquilo?
Para eso es la energía, para conocer, comprender y aplicar los valores en tu vida, y con
eso contribuir de una manera activa y dinámica a la evolución de ti mismo para ser guía y luz
de los demás, de los que te rodean.

No hay comentarios.: